La cadereta de Echevarría

En 1893 Juan Otorel hizo una importante reforma que afectó fundamentalmente a la cadereta y las contras aunque también al resto de los teclados quedando el instrumento prácticamente como se encuentra en la actualidad en cuanto a su arquitectura interna.

Hay que destacar de esta intervención, que debemos felicitarnos de que el cabildo  pusiera como condición que el material sobrante quedara a disposición de la Catedral por lo que se conserva gran parte de los materiales que fueron sustituidos.

La recuperación de la cadereta según fue concebida por Joseph de Echevarría ha consistido en revertir reformas efectuadas sobre el secreto y sus accesorios.

Aunque se dispuso el primer teclado como un órgano expresivo en la parte superior del mueble, se utilizó el secreto de la cadereta y se conservan tablones acanalados y numerosos elementos que permiten su reubicación según se construyó.

De la mecánica de registros se conservan varios de lo árboles de hierro forjado que nos permiten situar el secreto a la altura y posición de origen y es necesario reconstruir ocho de ellos desaparecidos.

Restauración y reconstrucción de la cadereta

Por un lado casi todos los elementos se conservan y las modificaciones se han podido corregir sin problema y sin acciones traumáticas ni recreaciones artificiosas.

El tablón acanalado del Violón que se rescató del cuarto de los fuelles se ha restaurado y vuelve a su posición de origen. En cambio el del Fagot se había perdido y ha sido necesario reconstruirlo.

La mecánica de notas se ha construido nueva con reducción y varillaje similar a las que conocemos de Toledo y Salamanca

El arca de eco debe ser reconstruido completamente, ya que no quedan restos identificables.

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